Vivimos en un mundo globalizado en el cual buscamos potenciar el uso de la mejor tecnología en nuestra empresa. Eso significa acceder a procesos que resulten sencillos, pero al mismo tiempo eficientes. Ambos rasgos se deben buscar a fin de conseguir que nuestro negocio alcance siempre los mejores resultados. En este aspecto una de las prácticas más extendidas en el sector empresarial es el uso de las bases de datos relacionales.
Estas se crearon en al año 1970 de la mano de Edgar Frank Codd, que demostró la relevancia de optar por ellas para disponer de las bases de datos dominantes debido a su gran simplicidad. La creación se llevó a cabo en IBM, pero su aplicación a otras empresas y negocios del mundo entero no tardó en llegar. Con el paso de los años han seguido alzándose como el método más recomendable en su campo, permitiendo entre otras cosas la localización sencilla de variados datos de distinta índole de manera dinámica.
Una definición para todos
En términos sencillos, las bases de datos de tipo relacional nos hablan del proceso de almacenar datos en relaciones de manera desordenada (el sistema lo ordenará por nosotros). Cada relación es una tabla diferente, y las tablas están relacionadas entre sí. Las tablas (que no sus datos internos) han sido establecidos previamente. Dentro de cada tabla hay un conjunto de datos o registros que aparecen en columnas y filas. La relación entre una tabla principal y una tabla subordinada se lleva a cabo por medio de las claves primarias o ajenas. Las claves primarias son las claves más importantes de un registro y las claves ajenas se colocan en las tablas subordinadas. Por medio de éstas se hacen las relaciones.
Por otra parte, existen las claves índices, que se utilizan para tener acceso más rápido a datos determinados, y pueden contar con diferentes combinaciones para consultar algún o algunos datos concretos. Para acceder a un determinado dato se debe introducir en el sistema el título de la relación (tabla) que nunca podrá repetirse en nombre (podrá haber pequeñas variaciones: orden de envío 1; orden de envío 2…).
Se pueden usar restricciones para que se cumplan obligadamente ciertas características de los datos (por ejemplo que no tengan valores negativos, que sean números enteros o que no superen cantidades prefijadas). Algunas restricciones son voluntarias y otras son automáticamente introducidas por el sistema. Las restricciones son, digamos, las normas del sistema de base de datos relacional. Por último, existen también los procedimientos almacenados, que si bien no forman propiamente parte de las bases de datos relacionales, son implementados habitualmente a nivel comercial. Los procedimientos almacenados son como búsquedas habituales que quedan registradas mediante códigos, y que descubren datos y cálculos dentro de nuestras tablas.
Así es un ejemplo
Supongamos que somos una compañía de venta por Internet y queremos almacenar los datos de nuestros pedidos. Para ello utilizaríamos una tabla principal llamada “Pedido 54”, y dentro de esta tabla principal encontraremos las claves primarias que podrían ser “Nombre del Cliente”, “Número de Cuenta”, “Fecha del Pedido”, “Contacto”, “Vendedor” y así un largo etcétera.
Cada una de estas claves darán nombre a diferentes tablas subordinadas, que a su vez tendrán sus registros con filas y columnas. Por ejemplo en el apartado “Vendedor” encontraremos una tabla subordinada con el registro de los datos del mismo (código de empleado, salario, rango, número de ventas, etc.). Esta tabla dará lugar a otra, que puede tener como registros los datos del contrato del vendedor y esta tabla dará lugar a la última de la cadena, que puede contener los datos de contacto del vendedor.
Ventajas e inconvenientes de la base de datos relacional
El sistema de base de datos relacional tiene como ventajas principales que provee herramientas que garantizan evitar la duplicidad de registros y que suele garantizar la integridad referencial. Por otra parte, presenta como deficiencias con datos gráficos, multimedia, CAD y sistemas de información geográfica, que podrían tener un soporte más dinámico. En cualquier caso, los aspectos positivos terminan pesando más que los negativos, lo que constata que las bases de datos relacionales hayan llegado a establecerse en el mundo entero como una de las principales tendencias que se recomienda adoptar por parte de todo tipo de empresas.