La informática, como pilar actual de la sociedad, se ha convertido en un elemento tan importante como delicado. Para las empresas se trata de la tecnología que permite gestionar y administrar todo tipo de datos e información, permitiendo así que se dejen atrás las montañas de papeles que se utilizaban en el pasado. Alrededor de la informática, eso sí, se han generado diversos riesgos y peligros que no obstante no evitan que su importancia siga siendo trascendental. El malware portable es uno de estos riesgos a los que se ven sometidos las empresas y los usuarios por igual, un problema para el cual siempre es importante disponer de algún método de prevención o respuesta.
Así es el malware
Conocemos como malware el software malicioso, dado que al fin y al cabo se trata de un término que deriva de manera resumida de “malicious software”. Queda claro que se trata de un tipo de programa o archivo dotado de un código nocivo que puede dañar o producir efectos negativos en los ordenadores u otros dispositivos (teléfonos móviles o tablets, por ejemplo). Se comenzó a usar este término a inicios de los años noventa y ha sido una manera de categorizar cierto tipo de virus informáticos que antes reuníamos dentro de un mismo grupo.
El malware infecta un dispositivo y lo puede hacer a través de distintas vías. Por ejemplo, mediante la ejecución de un programa que ha sido modificado ilegalmente para que active este código maligno. Un usuario puede estar navegando por la red, descargar un software aparentemente inocuo e infectar su ordenador con un malware al llevar a cabo su instalación. En principio es posible que este usuario no se dé cuenta de la infección que ha sufrido, puesto que el malware no siempre muestra síntomas de contagio en el ordenador. Ese es uno de los grandes problemas de este tipo de código maligno, dado que en ocasiones es muy difícil saber que tenemos una infección y que estamos poniendo en riesgo no solo nuestro equipo, sino también todos los datos de nuestra empresa.
Hay muchos tipos de malware dependiendo de la situación y del objetivo que tengan sus creadores con él. Algunos de los más preocupantes se ocupan de abrir puertas traseras en los ordenadores infectados. Esto, como decíamos, provoca que los sistemas informáticos de grandes empresas puedan ponerse en riesgo. Si se infecta un ordenador y este se encuentra vinculado a una red local, contando con permisos de acceso de alto nivel, el riesgo de que a través de ahí los hackers se apropien de información confidencial es muy elevado. En otros casos el malware no solo da acceso a esa información con la puerta trasera, sino que con los troyanos puede ser controlado a distancia en su totalidad. Los hackers podrán dominar el ordenador tal y como si fueran la persona que se encuentra trabajando en él, lo que puede dar lugar a situaciones peliagudas.
Otras veces el malware tiene la intención de obtener un beneficio inmediato. Es lo que ocurre con el malware que obtiene dinero al mostrar publicidad en los ordenadores infectados o el que lleva a cabo llamadas sin que el usuario tenga control sobre lo que está ocurriendo. También hay malware que recoge datos personales del usuario sin su consentimiento y lo envía a empresas que los usarán para ganar dinero, algo que se conoce de forma común como spyware.
Siempre hay que estar protegidos
Ante estos riesgos es fundamental que mantengamos la protección de los equipos al día, y para ello es necesario sacar partido a sistemas antimalware. Una buena opción es que llevemos siempre una memoria USB cargada a cualquier lugar con varios programas y herramientas de lucha contra el malware. De esta forma si somos de utilizar distintos ordenadores o dispositivos siempre tendremos un apoyo a mano que nos permitirá limpiar de malware los equipos que se hayan visto infectados. Esto nos ahorrará muchos dolores de cabeza. Si bien algunos programas solo se utilizan de forma local, otros podemos llevarlos a cualquier lugar o incluso funcionar a distancia. Es lo que podríamos denominar como programas portables, que se encuentran disponibles tanto para dispositivos móviles como en el uso en equipos de sobremesa.
Con ellos podemos tener la seguridad de que limpiaremos de malware cualquier equipo justo en el momento en el que comienza a mostrar algún tipo de síntoma. O también, si preferimos ser precavidos, utilizaremos este software como medida preventiva para ver si un equipo que vamos a usar tiene alguna infección previa que pueda poner en riesgo nuestra información. Por ejemplo, si necesitamos trabajar a distancia y usar datos confidenciales de acceso de nuestra empresa, antes de introducirlos en un ordenador ajeno lo que haremos será limpiarlo con el programa antimalware para asegurarnos de que no existe ningún tipo de infección.