A día de hoy no hay ninguna pyme que pueda dejar pasar por alto la importancia de digitalizarse. Entre los requisitos que se exigen a las empresas actuales este proceso gana un especial interés y una relevancia elevada, dado que permite llevar cualquier tipo de negocio un paso más adelante. Pero aunque pueda parecerlo, en realidad introducir el proceso de digitalizar la empresa no es siempre tan sencillo como pudiera imaginarse. Para conseguirlo con éxito es conveniente tener en cuenta una serie de consejos que detallaremos a continuación.
Extender una visión
Digitalizar un negocio significa adaptarlo a las últimas tendencias y a los recursos que es importante potenciar en estos momentos. Este proceso se puede considerar como una evolución, un cambio a partir del cual la empresa ya no vuelve a ser la misma que fue en el pasado. Un cambio siempre a mejor que es necesario fomentar de forma prematura para que no se produzca el riesgo de quedarse demasiado atrás en cuanto a la carrera que se mantenga con las empresas de la competencia. Lo importante a la hora de poner en marcha la digitalización es tener una visión y extenderla más allá del concepto inicial.
¿Qué es lo que necesita alcanzar el negocio mediante el digitalizado de la empresa? ¿cuáles son las metas tanto a corto como a largo plazo? ¿quién se verá beneficiado y por qué es importante para la compañía? Estas son algunas de las preguntas a las que se debe dar respuesta antes de comenzar. Una vez hecho esto el negocio estará listo para poder afrontar el inicio del proceso de transformación en una empresa digitalizada de manera correcta.
Calcular el presupuesto
La digitalización no es fácil ni barata. Eso es algo que las empresas deben tener en mente desde el primer momento. No van a pasar por este proceso en 24 horas ni les va a resultar tan económico como para pagarlo con los ojos cerrados. De todas formas, tanto el tiempo como el esfuerzo económico compensan sobremanera. Cuando se hayan decidido todos los patrones a tener en cuenta durante la digitalización será posible pedir presupuesto para ver cuánto es necesario invertir en la primera fase del proyecto. Es fundamental mantener controlado el desarrollo a fin de comprobar que todo avanza a buen ritmo y de manera estable, dado que lo último que querrá una empresa será tener que cambiar de enfoque cuando ya se haya realizado una inversión considerable.
El presupuesto que se recibirá variará dependiendo de las necesidades de la empresa y de si los cambios en cuanto a digitalización serán aplicados a nivel interno, externo o de ambas direcciones. Son muchos los detalles que pueden jugar un papel clave en la digitalización, por lo que el presupuesto definitivo puede variar de manera considerable entre un caso y otro.
Saber digitalizarse
Uno de los principales problemas con los que se encuentran las empresas que están buscando digitalizarse es que una vez lo han conseguido no saben cómo convivir con el nuevo status quo. Son negocios en los que la empresa no se ha preparado para su nuevo día a día, uno en el cual tienen que cambiar los hábitos antiguos por unos nuevos que de verdad sepan aprovechar las nuevas ventajas a las que se tiene acceso. Debido a ello hay que hacer dos cosas que evitarán consecuencias negativas en este sentido.
La primera es analizar, contabilizar y medir todo lo que se ha hecho en el proceso de digitalización. ¿Cómo ha cambiado la empresa? ¿qué ha aportado la evolución sufrida? Comparar la situación original con la nueva permitirá ver qué es lo que ha ganado el negocio en el proceso y así será posible comenzar a aprovechar estos recursos para representar a un negocio que sabe cómo crecer de forma paralela a su adopción de las nuevas tendencias. La segunda tarea que tiene por delante la empresa que se ha digitalizado es hacer partícipes a todos sus empleados y miembros de aquellos cambios introducidos. Será necesario introducirles en estas novedades, compartir con ellos sus ventajas y conseguir que entre todos los grupos de interés se alcance un hilo conductor que esté concentrado en aprovechar las nuevas posibilidades de la compañía. Todo el mundo debería estar implicado en la nueva era de la compañía.
